Esta película es un retrato del fotógrafo Gérald Bloncourt, expulsado en 1946 de su país, Haití, por sus compromisos políticos, que, una vez en Francia, se mantiene fiel a sus convicciones. Con sus fotografías, Gérald Bloncourt es testigo de las luchas obreras, de la inmigración portuguesa, acampada en los barrios de chabolas de los alrededores de París, de la lucha por la independencia del Polisario en el sur de Marruecos, pero también es testigo de la vida cotidiana, de los niños y niñas jugando en la calle, las personas enamoradas paseando y la solidaridad de la gente. Gérald Bloncourt nos muestra que el compromiso y la lealtad a las convicciones son beneficiosos.