Tras un viaje migratorio de dos décadas, la directora se enfrenta a su momento más desafiante: presenciar el envejecimiento de su madre a distancia y observar cómo la demencia comienza a borrar los preciosos recuerdos que compartieron en Barcelona y Bogotá. A través de conversaciones telefónicas, ella intenta rescatar esos momentos para su madre, mientras lucha por reunir a su familia y estar presente para su hija. La melancolía y la nostalgia impregnan cada aspecto de esta experiencia, recordándonos que, incluso un pasaporte español no es garantía de nada.