Sinopsis
Los pueblos Chimanes, Mojeños, Movimas y Yuracarés han buscado
durante siglos la “Loma Santa”: un lugar sagrado en el medio de la selva donde
no existe la opresión del hombre blanco y encontrarán, finalmente, la
felicidad.
Frente al avance de las empresas madereras en sus territorios, en
1990 realizaron la marcha “Por el territorio y la dignidad” hacia la sede de
gobierno para exigirle al Estado el reconocimiento de sus derechos. Con esta
acción se inició la larga lucha de los pueblos indígenas de tierras bajas y su
resultado fue la creación del Territorio Indígena Multiétnico (TIM). De este
modo, los pueblos indígenas de la Amazonía Sur boliviana han articulado
vínculos de solidaridad interétnica y defienden al TIM como el último refugio
territorial para reproducir su vida como se la conoce.